Conversación con Elisa Silva
1. ¿Cuál es tu relación con Asia y con qué aspecto de ella se involucra en tu trabajo?
Mi interés por Asia en general y por India en particular se inició hace casi 2 décadas cuando partí con mi marido a Philadelphia queriendo darme un tiempo para definir qué hacer en términos profesionales, luego de haber terminado la Licenciatura en Historia y haber estado trabajando por algunos años en un archivo. Durante ese proceso de discernimiento en conocí a Vijaya, una joven india que se encontraba en las mismas circunstancias y con la que empecé a reunirme regularmente. Llegamos a un “trato”, yo le enseñaba español y ella me introducía a la cultura de su país. De esa forma, se despertó en mí el interés por tener un acercamiento más académico hacia India, por lo que decidí postular a un Máster en Liberal Arts en la Universidad de Pennsylvania. Así, en el trabajo personal de cada curso, fui abordando distintos fenómenos índicos desde la educación, las políticas públicas, los movimientos sociales, etc. Luego de un par de años regresé a Chile y comencé a dictar distintos cursos sobre la historia y cultura de la India en diversas universidades. De forma paralela, me tocó acompañar a algunos grupos de turistas chilenos que en sus viajes al subcontinente.
Por otro lado, empezó a surgir en mí la necesidad de crecer en lo profesional en el ámbito de la investigación, por lo que decidí postular al Doctorado en Historia de la UC, el que finalicé el año 2020. En él, busqué las imágenes y representaciones de India en Chile desde fines del s.XIX y hasta 1968, año en que Indira Gandhi visitó el país. Durante la investigación pude observar que las imágenes de lo indio en Chile tenían mucho que ver con lo exótico, lo extraño, lo místico y que éstas permanecían casi sin variaciones a lo largo del tiempo.
Actualmente sigo dedicada a la labor de docencia, tanto en pregrado como en cursos de extensión y he publicado algunos capítulos de mi tesis en obras que cubren a varios países de Latinoamérica y sus relaciones con India.
2. ¿Puedes contarnos un poco en qué estás trabajando actualmente en el Centro de Estudios Asiáticos?
Mi vinculación con el CEA se da principalmente a través de los cursos en que participo como docente. Soy parte del staff de profesores que dicta el curso Asia historia y cultura, que forma parte del Minor en Estudios Asiáticos de la Universidad. Y desde hace un par de años imparto un curso dedicado exclusivamente a India llamado Política y religiones en la India, donde, a través de un recorrido que se inicia con la consolidación del Raj británico en el subcontinente y que llega hasta la actualidad, buscamos comprender de mejor forma la compleja realidad índica.
3. ¿Qué libro / obra de arte / pieza musical recomiendas de Asia?
Qué difícil recomendar algo cuando hay tanto por ver, leer y escuchar! Para leer, recomendaría a autores como Jumpha Lahiri, que en varias de sus obras trata la realidad de la diáspora india en EEUU e Inglaterra (lugar de su nacimiento). También las novelas de Anita Nair, como por ejemplo El vagón de las mujeres, Las nueve caras del corazón o El guardián de la luz. Por último, el ya clásico Un buen partido de Vikram Seth, que hace algunos años fue adaptado como una miniserie para la televisión y que se encuentra disponible en Netflix. Para ver, la trilogía de los elementos de la indo-canadiense Deepa Mehta: Fuego, Tierra y Agua, en que se refiere al amor homosexual, la violencia de la partición y la cruda realidad de las viudas respectivamente. Las películas protagonizadas por Aamir Khan, que a pesar de contar con muchos de los excesos bollywoodenses, muestran interesantes hechos históricos y realidades actuales. Entre ellas destaco Lagaan, The rising, Taare Zameen Par, 3 idiots, Dhobi Ghat y PK. Finalmente, para escuchar, las bandas sonoras de las múltiples películas realizadas por A.R. Rahman y el entretenido podcast Empire, de Anita Anand y William Dalrymple, cuya primera temporada está dedicada a distintos hechos y personajes que marcaron la historia del subcontinente los últimos siglos.